¿POR QUÉ NO TE PERMITES SER TÚ MISMA?

Cada vez que vas en contra de lo que necesitas como persona, de lo que sientes y piensas, no te estás permitiendo ser tú misma.
Muchas de nosotras olvidamos que cuidarnos es esencial para nuestra salud mental y física. Nos han hecho creer que priorizarnos es egoista, y que debemos poner las necesidades de los demás por delante de las nuestras. Incluso llegamos a negar nuestras necesidades ignorándolas y convenciéndonos de que estamos bien y de que no es necesario cambiar nada de nuestro comportamiento.
¡Eso es falso!
Hay muchos aspectos de tu persona que requieren de tu atención, porque las personas somos seres con múltiples facetas. personales de carácter y temperamento, cada una nos enfrentamos a sucesos, a cambios, a evoluciones, a aprendizajes.
Lo que tú haces con tu vida es lo que te define. ¿Cómo te enfrentas a los sucesos de cada día, a los problemas, a las pérdidas, a los retos, a los cambios, a las exigencias externas, a tus necesidades? Todo ello eres tú, y todavía hay muchas cosas más… No importa si eres generosa o tacaña, valiente o miedosa, reflexiva o impulsiva…
Tú, como todo ser humano, posees el mismo valor que los demás, no eres ni más ni menos que nadie.
Por desgracia en nuestra sociedad se valora a la gente por lo que tiene y no por lo que es, pero es una falsa valoración. Lástima que tanta gente funcione con ese criterio, que no hace más que generar problemas de autoestima.
También te valoran por tus roles en la vida, eres hija, madre, pareja, abuela, … pero evidentemente, eso son solo partes de tu yo. Tienes tus propias ilusiones, tus propios sueños, retos, deseos… que esos roles no te impidan ir a por ellos.
Hay un importante factor que te puede llevar a boicotearte a tí misma, a no mostrarte como eres en realidad. ¿Quieres saber cuál es?
Se trata del miedo.
Pero es un tipo de miedo concreto, es el miedo a no ser aceptada y querida tal como eres. ¿Cuántas veces aceptas situaciones que no te apetecen, callas cuando te mueres por hablar, dejas que te organicen la vida de un modo que odias? Si te detienes a pensar, a menudo no manifiestas tus preferencias, tus deseos, no te plantas ante imposiciones que te molestan…
¿Sabes de dónde viene ese miedo?.
Te lo cuento en la próxima publicación.
¿QUIERES SABER MÁS ACERCA DEl MIEDO?
Tus emociones son respuestas de tu cuerpo ante los estímulos que recibes. Son reacciones complejas con varios componentes:
- Un desencadenante, por ejemplo un ruido fuerte y desconocido.
- Componente cognitivo o mental: son los pensamientos e interpretaciones que hacemos de una posible amenaza.
- Componente fisiológico o corporal: son cambios en el cuerpo que se activan sin que nosotras lo decidamos.
- Componente conductual: son las acciones que emprendemos para huir o enfrentar la amenaza que percibimos.
- Componente emocional: son las emociones que nos provoca la situación. .
El miedo a no ser aceptada o miedo al rechazo
Este tipo de miedo tiene un origen en parte innato y en parte aprendido. En lo innato poco puedes hacer, pero en lo aprendido tienes posibilidades de mejora. Cuando sufriste tus primeros rechazos experimentaste un dolor emocional que te llevó a evitar ciertas situaciones. Además te planteaste si el rechazo venía provocado por ti, por cómo eras y/o te comportabas.
Puesto que el ser humano necesita formar parte de un grupo para sobrevivir, es lógico que nos preocupe tanto el ser aceptadas o rechazadas por los demás. El problema aparece cuando ese miedo al rechazo nos impide vivir plenamente, cuando nos lleva a evitar diferentes situaciones para no sufrir, cuando una opinión ajena nos hunde el día, cuando llegamos a dudar de nuestro propio valor como persona…
Cuando buscamos nuestra seguridad en el grupo en vez de en nuestro interior, nos exponemos a sufrir por culpa del rechazo. Las que no acabamos de creer en nosotras, en nuestro valor como personas, en nuestras capacidades, nuestros logros, etc. nos sentimos inseguras y buscamos la seguridad en los demás.
Esperamos que la gente que nos rodea nos diga cuánto valemos, qué inteligentes somos, qué bien lo hacemos todo, cuánto disfrutan de nuestra compañía, de nuestro ingenio y simpatía… Pero no siempre es así ¿verdad? Si no creemos en nosotras mismas dependemos de un reconocimiento que puede aparecer y desaparecer en cualquier momento.
EL MIEDO Y NUESTRAS NECESIDADES PERSONALES
El miedo está profundamente relacionado con nuestras necesidades: muchas veces aparece como una señal de que una necesidad importante está en peligro de no ser satisfecha.
¿Cómo se conecta el miedo con nuestras necesidades?
El miedo surge cuando percibimos una amenaza —real o imaginaria— a algo que valoramos o necesitamos para nuestro bienestar. Por ejemplo:
Miedo al rechazo | Necesidad de pertenencia, aceptación, amor |
Miedo al fracaso | Necesidad de competencia, valoración, éxito |
Miedo a la soledad | Necesidad de conexión, compañía, seguridad emocional |
Miedo al cambio o a lo desconocido | Necesidad de control, estabilidad, seguridad |
Miedo al juicio o a la crítica | Necesidad de reconocimiento, autoexpresión |
Miedo físico, al dolor, la muerte, etc. | Necesidad de supervivencia, protección corporal |
En vez de verlo como algo negativo, el miedo puede ser un indicador emocional que nos muestra: ¿Qué necesito proteger?¿Qué es lo que valoro en mi vida?¿En qué me siento vulnerable o desconectado de una necesidad esencial?
La mejor manera de enfrentar el miedo pasa por los siguientes pasos:
- Reconocerlo: ¿Qué miedo estoy sintiendo? Ej.: Miedo al fracaso
- Escucharlo: ¿Qué necesidad siento amenazada? Ej.: necesito ser competente, tener éxito y que se me valore.
- Validarlo: ¿Es auténtica esa necesidad? Ej.: ¿Es cierto que no se me reconocen los méritos o que yo misma no me valoro?
- Actuar: ¿Qué puedo hacer para cuidar esa necesidad sin permitir que el miedo me limite? Ej.: No juzgarme con tanta dureza, reconocer mi verdadero valor, aceptar mis puntos fuertes y mis puntos débiles, etc.
Vale la pena trabajar en los propios miedos, porque al enfrentarnos a ellos obtienes un montón de beneficios:
- Salir de tu zona de confort te permite descubrir capacidades que no sabías que tenías, y te lleva a potenciar tu crecimiento personal.
- Ganas libertad para ser tú porque has superado lo que te limitaba.
- Mejoras tu autoestima al sentirte segura de ti misma, al ser más consciente de tu valor.
- Puedes construir relaciones más sanas porque te muestras tal como eres, sin disimulos ni mentiras.
- Las decisiones que tomas se ven menos afectadas, son más objetivas y adecuadas.
- Vives con menos ansiedad y con mayor bienestar.
- Ganas en oportunidades, ya no te cierras puertas por temor a lo que pueda pasar.
Del mismo modo en que podemos convertir el enfado en un impulso para actuar, podemos convertir el miedo en un buen estímulo para cambiar las cosas que no nos gustan.